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lunes, 4 de julio de 2011

Paco, de Eva Moreno

Titiripaco es en realidad un guante de baño, mejor dicho, era un guante de baño... antes ni siquiera tenía nombre, le solían llamar Guante...o eso creía, total, nunca le llamó nadie...el títere antes conocido como Guante nació en un regalo de Navidad bajo un enorme pino fantásticamente decorado, tenía borlas de todos los colores, boas brillantes, estrellas de todos los tamaños y un montón de angelotes colgando de sus ramas; a sus pies cientos, miles de regalos cuidadosamente envueltos con su correspondiente nombre..., excepto el de Guante, que perdió su identificación cuando Santa lo hizo rodar por la chimenea.

Guante nunca supo quien era su dueño, y nadie jamás lo reclamó...hasta que un lunes un niño abrió su envoltorio y guante vio la luz y al niño.

El niño desde el principio mostró no estar muy por la labor de convivir con guante, incluso le escuchó un día decir: "Bah, ¡es un asco de regalo!, ¿par que sirve?" y lo tiró a la basura.

La fortuna parece que entonces se cruzó en el camino de Guante y quiso que un tornillo mal puesto en el ascensor rasgara la bolsa de basura que bajaba el portero del edificio en el que vivía el niño. El portero, un hombre muy ingenioso, al verlo pensó..."Uhmmm, un guante de baño a estrenar, ¿quien lo habrá tirado?" y decidió rescatarlo y llevárselo a su casa.

Lo miró de frente, de espadas, por los lados, por dentro, de reojo, a distancia, muy muy cerca..., frunció el ceño y acercó unas tijeras... Guante se echó a temblar, su vida terminaría en ese momento, seguro...

El portero notó como el guante temblaba y le dijo: "tranquilo guante, sólo te voy a coser unos brazos y unos ojos...", y de repente se dibujó una sonrisa en Guante, se relajó y se dejó coser. Al cabo de unos minutos el portero admiró su pequeña creación y dijo: "Ale, ya estás, ¿te gustas?", y escuchó a Guante decir: "Claro, mooola". La sorpresa del portero fue inmediata, le preguntó que cómo era posible que hablara, a lo que guante respondió: "Soy un guante mágico, me llamo Guante, ¿y tu?".

Charlaron durante horas y horas hasta que el portero decidió que en lugar de llamarse Guante, que era algo impersonal, y ya que vivirían juntos, a lo que guante dijo que si, le llamaría Paco como el, y por ser lo más parecido a un títere, y para no confundirlo con el, le llamó Titiripaco...

Eva Moreno, Valladolid

Junio 2011 (España)

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